En la vida, hay que concluir las cosas debidamente. Sólo entonces puedes soltarlas. Si no, te quedas con palabras que deberías haber dicho y que no dijiste, y el corazón se te llena de remordimiento. Ese adiós malogrado me sigue doliendo hasta el día de hoy.
Escuchado en: "La vida de Pi."
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